Para pensar
¿Cuál historia se puede contar? Se podría tomar el camino fácil y, entonces, hablar del niño que perdió a su madre y que fue criado por su madrastra.
Podríamos decir que el padre del protagonista de nuestra historia hizo que los hermanos de su hijo le odiaran. Claro, lo hizo con buenas intenciones; ya que le hizo una ropa de espléndidos colores, solo para él, y no para ningún otro de sus hermanos.
La túnica de colores era un lujo para aquella época y solo se concedida a miembros de la realeza. El regalo ocasionó primero envidia y luego odio.
Podríamos decir que Dios, también, ayudó a que odiaran a José, el protagonista de esta historia, porque le hizo soñar en repetidas ocasiones que sus hermanos y sus padres se inclinaban ante él.
Contaríamos del hombre que fue vendido por sus hermanos como esclavo, ellos no se lo aguantaron más.
Continuaríamos hablando del hombre que por no ceder a la seducción de la mujer a quien servía fue encarcelado, injustamente, por violación.
Pero, ahora sí, contemos la verdadera historia. Es la historia de un hombre a quien su madre y su padre amaban de manera extraordinaria.
Dios le amaba y le revelaba sus designios y José era fiel, transmitía los mensajes que Dios le daba. Vestía ropa real porque sería un noble, y Dios lo tenía para salvar a una nación entera.
Dios estaba con él en cada acción y cada palabra. Todo lo que rodeaba a José era bendecido, si era esclavo su liderazgo y calidad humana le convertían en capataz. Sí estaba en la cárcel, se ocupaba del bienestar de todos y el jefe de la cárcel le ponía a cargo de todo.
Ninguna cárcel podía contener a un hombre que tenía su espíritu libre, nadie podía poner a este hombre como esclavo porque Dios mismo le había constituido como a un noble.
Podemos contar dos historias de nuestra vida. ¿Pero qué tal si dejamos de contar la historia de las penas? Dios nos ama en gran manera y nos invita a vestirnos de sus ropas de colores,reales. Nos invita a vivir en una libertad a prueba de todo. A nos llama a ser instrumentos para salvar, para escuchar a aquellos que sufren.
Para leer
En la lectura sabía puedes encontrar una ventana al sol de la verdad y la libertad. Lee.
En las próximas entregas
Estamos estudiando la libertad, a libertad nos ha llamado Cristo. La próxima entrega, también, nos permitirá escuchar otro toque del llamado de la libertad.
Para terminar
Sé libre, en donde quiera que estés, en toda circunstancia, vístete de la ropa espléndida, de colores, que te da Dios, que solo alguien de la realeza tiene y disfruta.
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